José Luis González cerró su temporada en Francia con el mismo nivel que mostró de principio a fin. El opuesto argentino fue una vez más el jugador fundamental de París Volley en la Liga B, en este caso en la serie final ante St-Nazaire que barrió en tres partidos para quedarse con el título y el ascenso a la máxima categoría. El equipo parisino vuelve a la Liga A tras una temporada de ausencia.
En el juego final, el sábado pasado, París logró su tercer triunfo de la final, el primero en sets corridos, y consumó la vuelta a la elite después de un descenso forzado por cuestiones económicas que derivaron en una sanción del ente organizador. Un poco por eso, para recuperar el lugar que supo tener y que le correspondía, París se armó con todo y el brazo pesado que eligió para la vuelta fue el de Pepe González, que no defraudó.
El zurdo terminó la temporada con 570 puntos y no fue el máximo anotador por sólo 6 tantos, los cuales habría anotado de no ser porque se perdió un partido en el tramo medio de la clasificación. El que finalizó como top scorer, Lionel Coloras, jugó un encuentro más y así llegó a los 576 en la cima.
En la serie final, González embolsó 73 puntos, un promedio superior a los 20 por encuentro y en todos juegos que no llegaron al quinto set. Pero, como si eso no bastara para pintar su liderazgo en el goleo, en la batalla final le puso la puntada final al título con una racha demoledora: siete puntos al hilo para convertir un 18-15 en 25-15, de acuerdo a lo que consignaron las crónicas oficiales.
Si bien compartió el premio de MVP con Ardo Kreek, el central estonio que ya es un histórico en París, fue sin dudas de lo más decisivo del equipo. González fue el goleador en la gran mayoría de los compromisos que el conjunto ascendido afrontó en su camino al objetivo. Una temporada para enmarcar de punta a punta.