Historias de cuarentena: se conocieron por el vóley y fueron padres en pandemia separados por 650 kilómetros

by Eugenia Candal
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Puede ser una novela de la tarde con final feliz. Esas que mantienen en vilo al público, emocionan y como si fuera poco en un 2020 con el mundo paralizado por la pandemia del Covid-19, un protagonista esencial en esta historia.

Ella es Ana Lucioni, entrenadora de Lafinur y que vive en San Luis. Él es Nahuel Contreras, santafesino y árbitro de vóley. Se conocieron en la Copa Argentina Sub 15 2017 en Chapadmalal cuando cada uno fue en sus funciones. La historia avanzó con una relación a la distancia, el vóley siempre marcando sus vidas y el 26 de julio del 2020 fueron padres de Ciro Ángel.

Todo sería bastante normal sino fuera porque ella vivió el embarazo sola y ayudada por su familia y él tuvo que esperar más de 3 meses, hasta este 7 de noviembre, para conocerlo viviendo una odisea para llegar a San Luis.

CAPÍTULO I: CHAPADMALAL 2017

Transcurría la Copa Sub 15 cuando ella fue como asistente técnica de Lafinur y él como parte del staff de árbitros. Y Ana dio el primer paso.

NC: Al principio no le presté mucha atención, uno iba a dirigir, pero ella vio algo en mí y por medio de un amigo en común nos conectamos por Instagram. Después le empecé a hablar yo por mensajes de esa App.

AL: Todo empezó gracias a un colega que me dijo quién era y empezamos a chatear por Instagram, él me pareció una persona atractiva a la vista, pero la verdad es que al principio él no me registraba. Fue mucho mensaje porque cada uno en ese momento estaba trabajando.

CAPÍTULO II: NOVIAZGO Y ENCUENTROS MARCADOS POR LA AGENDA DEL VÓLEY

La relación continuó después de esa Copa Argentina, pero avanzando de a poco, a pesar de la distancia. Sin embargo, con un detalle no menor. Las visitas y viajes siempre estuvieron supeditados a la agenda de vóley de ella como entrenadora y de él como árbitro.

NC: Después de la Copa, ella vino a visitarme a Santa Fe y la pasamos excelente. En Navidad de ese 2017 ella recibió plata para vacaciones como regalo y la invité a que pasemos las vacaciones juntos sin ser oficialmente pareja. Y nos fuimos a Brasil. Cuando vino para mi cumple en mayo de 2018 nos pusimos formalmente de novios.

– ¿Y la relación a la distancia?

AL: Mucho no la sentía ya que el trabajo te demanda viajes, torneos y estar concentrada en los objetivos que tenía previstos. Yo venía de una pérdida importante en mi vida, mi abuela materna, y en lo laboral estaba bien, amoldándome a cómo era el club y todo lo que conlleva ser entrenadora.

NC: Creo que fue sencillo también porque ambos somos personas extrovertidas y muy sociables, nos gusta mucho hablar entre nosotros y no nos cuesta.

AL: Nuestros encuentros siempre dependieron del vóley, una vez al mes o cada dos meses, pero siempre contemplando que yo no tuviera algo como entrenadora o él algún viaje para arbitrar.

CAPÍTULO III: UN ARRANQUE DE 2020 EMBARAZOSO PERO NORMAL

En noviembre de 2019, ellos se encontraron en San Luis sin saber que el reencuentro les cambiaría la vida para siempre sin haberlo planeado: en enero se enteraron que iban a ser padres por primera vez.

NC: Fue algo totalmente inesperado, ella estaba en un momento familiar complicado y le llegó el análisis de sangre confirmando el embarazo. Me llamó para contarme la noticia mientras yo trabajaba. Luego de cortar yo estaba desencajado, sin entender qué estaba pasando y el mismo día le dije a mi familia, entre felicidad y congoja.

Para mí era repensar todo el futuro, ahora en familia, situaciones que uno espera para más adelante, pero llegan y uno les hace frente. Mi familia me apoyó desde el primer momento, al principio sorprendidos por la noticia, pero luego hasta más ansiosos que yo.

AL: Fue todo muy raro porque mí situación familiar venía complicada, mí abuelo materno no estaba bien y yo estaba enfocada en él solamente. Hasta que varios malestares me hicieron dudar de qué me estaba pasando y me hice un test y un análisis de sangre. Luego le conté a Nahuel y en cuanto a mí familia, desde el día uno que me entero que estaba embarazada se pusieron muy contentos y me cuidaban el doble.

En tiempos normales, los días continuaron con un viaje de él a San Luis en febrero y posterior viaje de ella a Santa Fe en ese mismo mes, en ambos casos con cenas familiares para festejar la noticia y empezar a organizar la nueva vida. Sin pensar jamás, como el mundo entero, lo que se venía.

Ella pasó el embarazo con su madre, tía y primo-hermano

CAPÍTULO IV: CUARENTENA, PANDEMIA, EMBARAZO Y 650KM DE DISTANCIA

En marzo todo el planeta es un caos de miedo, incertidumbre y el 20 de ese mes, Argentina entró en cuarentena estricta en el ya masivo mensaje de “Quedate en casa”.

AL: Apenas volví de Santa Fe empecé a trabajar y cuando anunciaron que iba a empezar la cuarentena obligatoria conseguí un transporte para ir al pueblo donde vive mi mamá Laura, en Unión San Luis. Desde ese momento y hasta que me tocó volver fue ella quien me ayudó, cuidó y acompañó en todo momento. Acá en San Luis otros familiares me cuidaron como mi tía Licia y mi primo hermano Gonzalo.

NC: Cuando empezó la pandemia me quedé sin trabajo. Todos los días hablaba con Anita y estaba pendiente de cómo iba evolucionando. Estar totalmente separados y no saber cuándo podía viajar era algo que me carcomía la cabeza. Una de las mejores cosas del embarazo es compartirlo en pareja, al no hacerlo estaba todo el tiempo pensando «¿cuándo va a terminar esta pandemia?», «Quiero viajar», «ojalá pueda viajar antes del parto». La verdad es que fue algo muy estresante.

CAPÍTULO V: LA LLEGADA ANTICIPADA DE CIRO ÁNGEL CON UN PARTO DE 18 HORAS

El 26 de julio de 2020 nació Ciro Ángel con 3,040kg y 48cm. ¿El marco? Llegó 15 días antes de lo previsto, en plena pandemia fuerte en Argentina y con la madre en San Luis y el padre viviendo el parto en Santa Fe sin poder viajar aún.

NC: El domingo 26 a la madrugada estábamos hablando por videollamada con la tranquilidad de siempre porque todavía faltaban dos semanas. Luego de un rato de cortar, cerca de las 1AM, ella me envió un mensaje diciéndome que no dejaba de perder líquido y después de llamar a la obstetra, fue a la clínica y la internaron.

Casi no dormí en toda la noche esperando novedades. Después de un largo día en el que no pudimos hablar y mí comunicación era solo con su mamá, a las 20:15 me llamó Laura diciéndome entre llantos que Ciro estaba naciendo, con mucho esfuerzo de Anita, ya que su cuerpo todavía no estaba del todo preparado para el parto y fue ayudado con fármacos.

Yo estaba tan feliz que no me salían las palabras para contestar, mi familia se dio cuenta y mi mamá lloraba de la emoción.

AL: Fue de sorpresa, yo ese día la pasé tranquila sola en casa, hasta la noche que mi primo Gonzi se quedó a dormir para cuidarme. Me levanté para ir al baño y rompí bolsa tipo 1:30 de la mañana y llamé a mí mamá, que se había vuelto a su casa en el pueblo para dejar todo acomodado y después volver. Mi primo llamó a mí tía y fuimos hasta el Teresita Baigorria y en la maternidad la que se quedó fue mi tía hasta que mi mamá pudo llegar desde el pueblo.

Ingresé a la parte de urgencia tipo 2:30 y empecé con contracciones. Fueron 18 horas de parto, el cual fue muy doloroso ya que mis contracciones eran en la columna, pero ya estaba mi mamá conmigo en ese momento.

Este 7 de noviembre, día que él conoció a Ciro

CAPÍTULO VI: LA ODISEA PARA VIAJAR DE SANTA FE A SAN LUIS Y… CUARENTENA

Después de más de dos meses de cuarentena estricta en Argentina que implicaba, entre otras cosas, las provincias cerradas para el acceso, en junio habían empezado las primeras gestiones para intentar viajar. 

NC: Con los protocolos de ese momento no me permitían ingresar por tener domicilio en Santa Fe. Tiempo después, en agosto, con Ciro ya nacido, el Comité de Crisis me obligaba a hacer cuarentena en un hotel asignado por ellos, a costos altísimos para mí economía.

No obstante, en octubre se actualizaron los protocolos y fueron algo más flexibles por lo que la ilusión de Nahuel de poder llegar finalmente a San Luis se potenció. Con el viaje planificado para el 24 de octubre, el encuentro se haría desear dos semanas más ya que debía hacer 14 días de cuarentena en la Universidad de La Punta, al menos a costo cero.

NC: Organizamos el viaje con mi papá y salimos esa madrugada del 24 hasta el límite interprovincial Córdoba-San Luis donde me esperaba un remis que me acercó a la Universidad después de viajar dentro de una burbuja policíaca junto a otros 20 autos. El día que me permitieron ingresar vía mensaje del Comité, yo tenía tanta felicidad que no me entraba en el cuerpo.

El encuentro cada vez más próximo y primer acercamiento con Ciro

NC: En las dos semanas en el departamento de ULP no podía salir bajo ningún concepto, el balcón era mí «escape». El sábado 31 fueron a dejarme una caja con alimentos y solo los pude ver desde el balcón, en un cuarto piso, casi no veía nada, jaja, pero era feliz igual porque podía verlo en carne y hueso y no por pantallas.

CAPÍTULO VI: REENCUENTRO DE A TRES

El 7 de noviembre finalmente se cumplieron los 14 días de cuarentena y ella fue a buscarlo a la Universidad de La Punta, claro está, con Ciro.

AL: Tenía muchos sentimientos encontrados, pero lo principal fue felicidad ya que por fin nos pudimos encontrar y él pudo ver a su hijo. Fue algo muy lindo no soy de demostrar muchos mis emociones, pero estaba con mucha tranquilidad. Fue muy lindo el momento del reencuentro.

NC: Fue una emoción tremenda. No lloré y algún que otro amigo me acusó de insensible, pero tenía tanta felicidad adentro que no me salían nada más que chistes para decir (sí, me pongo nervioso así). Ese abrazo con Anita y Ciro me dio tanta alegría que no paraba de sonreír. Antes de subirme al auto, Anita me dio a Ciro y no podía dejar de mirarlo… ¡Estaba más enamorado que antes de esa carita! Tenerlo en brazos después de tanto tiempo y situaciones que se sucedieron fue la mayor alegría de mí vida

Lo que se viene

Ya con una vida de a tres y no de a dos, se vienen nuevos proyectos y actividades, pero juntos en San Luis.

NC: Ella sigue siendo entrenadora de las inferiores femeninas del Club Lafinur, además del arbitraje de la provincia. Por mí parte, el arbitraje es parte esencial de mí vida y seguramente cuando vuelva el vóley comenzaré a arbitrar en la Asociación Puntana, aunque lo esencial es encontrar un trabajo que me permita ayudar en la economía familiar. Estar con Ciro a partir de ahora va a ser una revolución después de 8 meses en lo que lo peor que podía suceder en mi vida diaria era que nos quedáramos sin internet, jajaja.

Llevar una nueva vida, en una ciudad extraña para mí, con un nuevo trabajo con gente desconocida y un voley totalmente diferente al santafesino será todo un desafío para mi. Espero estar a la altura de las circunstancias y las expectativas.

AL: Ahora vamos a amoldarnos los dos a la convivencia, a seguir trabajando y estudiar ya que el año que viene voy a empezar Psicomotricidad para sumar un título más al que ya tengo de profe de educación física, seguir en el club y proyectando aunque soy más del momento y no de planificar tan a largo plazo. Y enseñarle a Nahuel cómo cuidar a Ciro, jaja.

María Eugenia Candal
@euge_candal

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